Te cuento: 𝗯𝗮𝗿𝗲𝗳𝗼𝗼𝘁 proviene del inglés y significa “𝗱𝗲𝘀𝗰𝗮𝗹𝘇𝗼”. Y justamente es eso, sentirse descalzo. Caminar o correr sin el soporte artificial de un calzado tradicional, permitiendo así el 𝗹𝗶𝗯𝗿𝗲 𝘆 𝗻𝗮𝘁𝘂𝗿𝗮𝗹 𝗺𝗼𝘃𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼𝘀 𝗽𝗶𝗲𝘀 𝘆 𝗮𝗿𝘁𝗶𝗰𝘂𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀.

Sus características son: 👇

✔️ Suela flexible por metatarsianos y torsionable.
✔️ Suela fina y sin drop (elevación de talón).
✔️ Sin contrafuerte.
✔️ Horma ancha.
✔️ Ligereza.

✔️ Plantilla extraíble sin elementos anatómicos que interfieran.

Una vez que los pruebes, ¡los amarás! ❤️

¿Por qué es importante el calzado respetuoso en bebés y niños?⁣ 🧐
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Para entender bien la importancia de dicho 𝗰𝗮𝗹𝘇𝗮𝗱𝗼 primero debemos saber la función y relevancia que tienen los 𝗽𝗶𝗲𝘀. 👣⁣
No son solo una 𝗲𝘅𝘁𝗿𝗲𝗺𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗲𝗿𝗽𝗼 que utilizamos para caminar, sino que llevan el 𝗽𝗲𝘀𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗺𝗶𝘀𝗺𝗼. Son quienes hacen posible en la locomoción la posición vertical y liberación de los miembros superiores. 🚶⁣
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Los pies gestionan contactos estáticos y dinámicos del cuerpo con el suelo.⁣
➡️ Función estática⁣:
Plasticidad: necesidad de adaptación del pie al relieve del suelo.⁣
Firmeza: calidad que debe dar al pie su estabilización.⁣
➡️ Función dinámica:
Recepción: capacidad del pie para responder a la amortiguación del suelo.⁣
Propulsión: restitución de la energía acumulada en el momento de la recepción o de una determinada aceleración en un impulso.⁣
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Dicho todo esto, la utilización de un 𝗰𝗮𝗹𝘇𝗮𝗱𝗼 𝗯𝘂𝗲𝗻𝗼 𝗼 𝗺𝗮𝗹𝗼 afectará directamente al 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗶𝗲, y en consecuencia, al 𝘀𝗮𝗻𝗼 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗯𝗲𝗯𝗲́ 𝘆 𝗻𝗶ñ𝗼. 👶🏼🧒🏻⁣
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🔴El calzado debe permitir el libre y natural movimiento del pie para el correcto desarrollo de músculos y huesos. Este no debe ser demasiado rígido o pesado. 👟⁣

🟡Su suela debe ser fina y flexible. Un calzado muy apretado puede provocar deformaciones en los dedos y limitar el movimiento. 🏃‍♀️⁣

🟢El calzado respetuoso, por su parte, otorga el soporte necesario para el pie ayudando, además, a prevenir lesiones. Y sobre todo, proporcionando comodidad. 😁⁣
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¿Ya lo sabíais?⁣

Te dejamos unos 𝘁𝗶𝗽𝘀 👆🏼 para orientarte más 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝗹𝘇𝗮𝗱𝗼 a utilizar 𝘀𝗲𝗴𝘂́𝗻 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗺𝗮𝗿𝗰𝗵𝗮 en que se encuentre tu peque.

Primeros pasos:

Esta fase suele ocurrir durante los primeros 6 meses desde que el niño comienza a caminar. Su marcha es muy irregular.

Lo mejor en esta etapa es ir descalzo en casa y entornos controlados, con un calcetín en caso de frío. Cuando el terreno ya no es seguro, elegir un calzado lo más minimalista posibles, solo para proteger el pie.

Marcha debutante:

En esta fase, la marche ya es un poco más regular. Comprende, desde los 6 meses hasta aproximadamente los 3-4 años.

Debemos tener en cuenta una serie de características para elegir un calzado adecuado: horma ancha, o con forma de pie, para el libre movimiento de los dedos, suela sin drop, igual por delante que por detrás, grosor de 3mm, flexible por metatarsianos, ligeros y torsionables, sin contrafuerte, con plantilla extraíble sin elementos anatómicos que interfieran en la marcha. Sistema de regulación con velcro, para favorecer la autonomía.

Marcha establecida:

Esta fase va, desde los 3-4 años hasta los 7 años; edad en la que la marcha ya se considera madura, como la de los adultos.

Podemos usar un calzado con suela un poco "más gruesa" de 5-8 mm, debe ser flexible por metatarsianos, ligeros, torsionables y sin drop. El contrafuerte podría ser ligeramente consistente. Horma ancha, o con forma de pie, para el libre movimiento de los dedos, con plantilla extraíble sin elementos anatómicos que interfieran.

Se recomienda una visita al podólogo a partir de los 3 años.